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Blog Igualdad
julio 13, 2025
Una Victoria Histórica en Tiempos de Retroceso:
La ONU Renueva el Mandato del Experto Independiente OSIG
Victoria importante para los derechos LGBTIQ+ en tiempos difíciles. El 7 de julio de 2025, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó la tercera renovación consecutiva del mandato del Experto Independiente SOGI con 29 votos a favor, 15 en contra y 3 abstenciones. Este mandato, creado en 2016 tras décadas de activismo, es el único cargo de la ONU dedicado específicamente a documentar abusos contra personas LGBTIQ+. Su importancia radica en que nos da una plataforma institucional para visibilizar violaciones que antes quedaban ocultas por la negligencia o complicidad estatal. Este cargo ha transformado el panorama global con más de 171 comunicaciones, 10 visitas a países, y por primera vez en la historia, el Consejo condenó explícitamente la criminalización de relaciones consensuales entre personas del mismo sexo.

Activismo global | Experto Independiente

Resumen en 1' Min
Escrito por: Paul Caballero
Número de palabras: 2.166
| Tiempo de lectura: 5 Minutos

En una época donde los derechos LGBTIQ+ parecen ir en retroceso en tantos países —donde gobiernos enteros dedican recursos absurdos a criminalizar identidades y amores diversos, y el odio campa a sus anchas—, hay una buena noticia que deberíamos estar festejando a los cuatro vientos. El pasado 7 de julio de 2025, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas le dio el «sí» a la tercera renovación consecutiva del mandato del Experto Independiente sobre protección contra la violencia y discriminación basadas en orientación sexual e identidad de género (SOGI, por sus siglas en inglés).

Esto demuestra que, a pesar de los tropiezos, una parte afortunadamente considerable de la comunidad internacional sigue comprometida con la igualdad y la dignidad humana.

¿Experto Independiente? ¿Y eso qué es?

Un Experto Independiente es un especialista que opera con total independencia y autonomía, sin rendirle cuentas a ningún gobierno u organización (sí, justo como la relatora de la ONU para Gaza que el gobierno de Donald Trump ataca a cada rato y hasta le quitó la visa por decir la verdad). Su mandato, otorgado por el Consejo de Derechos Humanos, es simple pero crucial: examinar, monitorear e informar sobre violaciones de derechos humanos.

Y aquí viene lo jugoso: la existencia de este mandato es vital para la comunidad LGBTIQ+. ¿Por qué? Porque nos da una plataforma institucional para documentar y visibilizar las atrocidades que se sufren día a día. Antes, toda esa discriminación y violencia quedaba en oculta, muchas veces porque los mismos Estados prefieren ignorarla o incluso esconderla.


Una saga de resistencia (y de resistencia a la resistencia)

Claramente, crear un cargo centrado en la Orientación Sexual e Identidad de Género no fue fácil. El mandato nació en junio de 2016 con la resolución 32/2 del Consejo de Derechos Humanos, convirtiéndose en el único cargo de la ONU dedicado específicamente a los abusos contra personas LGBTIQ+. Esto no se produjo por generación espontánea, fue el fruto de décadas de activismo incansable de organizaciones en todo el mundo.

La aprobación de esa resolución fue un verdadero parto. Se dio en medio de una polarización política intensa, con una oposición feroz de varios países, especialmente los islámicos de África y Medio Oriente. Si querés conocer el detalle leete esta crónica de odios de lo que fue esa jornada. Spoiler: ¡Se logró!

Pero el drama no terminó allí, como si no fuera suficiente la oposición en las votaciones iniciales, estos países intentaron una táctica aún más baja: sabotear el presupuesto. En un hecho sin precedentes en la ONU, se resistieron a dar el financiamiento necesario para un mandato que ya había sido aprobado. La jugada salió en contra porque muchos de los delegados estaban asombrados porque nunca en la historia de la ONU se había presentado una situación similar que un mandato aprobado se lo dejara sin presupuesto.

Hasta ahora son tres los expertos los que han tomado las riendas del mandato, cada uno dejando su huella:

Vitit Muntarbhorn (2016-2017): Este académico tailandés de derecho internacional fue el pionero. Co-presidente del comité de redacción de los Principios de Yogyakarta, ya venía con un CV impresionante. Sentó las bases metodológicas y enfrentó los primeros desafíos.


Víctor Madrigal-Borloz (2017-2023): Un jurista costarricense que, durante sus casi seis años en el puesto, dejó un legado monumental. Su informe de 2020 sobre las «terapias de conversión» fue clave para empujar su prohibición global. ¡Gracias por tanto, Víctor!

Graeme Reid (2023-presente): Este antropólogo e investigador sudafricano, ex-Director del Programa sobre Derechos LGBT de Human Rights Watch, aporta una perspectiva antropológica única. Porque, como bien sabemos, entender las dimensiones culturales de la discriminación es la mitad de la batalla.

Resultados que importan

El impacto de este mandato ha sido, para decirlo sin rodeos, enorme. Desde su inicio, ha generado más de 171 comunicaciones y 10 visitas a países (como Albania, Polonia, o hasta Estados Unidos), documentando abusos y fomentando reformas.

Uno de los logros más impactantes es que, por primera vez en la historia, el Consejo de Derechos Humanos condenó explícitamente la legislación que criminaliza las relaciones consensuales entre personas del mismo sexo y las identidades de género diversas, instando a los Estados a derogar esas leyes discriminatorias.

En casi nueve años, el mandato ha transformado el panorama global de derechos LGBTIQ+. Ha creado una base de datos exhaustiva sobre violaciones de derechos humanos y sus informes temáticos han cubierto desde la violencia y la discriminación en la salud hasta la situación de los defensores de derechos humanos LGBTI+ y, sí, esas horribles «terapias de conversión».

Además, el trabajo del mandato ha sentado precedentes importantes, influyendo en la interpretación y aplicación de tratados internacionales de derechos humanos. Porque cuando se trata de derechos, no hay margen para la ambigüedad.


La votación de 2025: Mismo guion

La votación para la renovación del mandato (el cargo), como siempre, ha sido un drama. Este año se aprobó con 29 votos a favor, 15 en contra y 3 abstenciones. Durante el debate, la Organización de Cooperación Islámica (OCI) propuso doce enmiendas para, digamos, «suavizar» la resolución. Varias de ellas fueron derrotadas por un solo voto. Sí, porque cada voto cuenta… ¡literalmente!

Los patrones de votación son tan predecibles que parecen una coreografía mal ensayada. Los países latinoamericanos, por suerte, se han mostrado abrumadoramente a favor. Desde 2016, han votado en bloque, demostrando que, al menos en esta región, el sentido común prevalece. Este año Argentina no votó porque no hace parte del Consejo de Derechos Humanos, habría que ver con el Gobierno de Milei que habría pasado.

Podemos clasificar a los países en tres grupos:

  • Los «siempre a favor»: Aquí encontramos a casi toda Europa Occidental (Alemania, Francia, España, etc.), junto con Estados Unidos (tampoco votó este año porque se retiró del Consejo), Canadá, Japón y Corea del Sur. En América Latina, los miembros permanentes del CDH siempre han dado el sí. Y en el Pacífico, Islas Marshall, Samoa o Fiyi también se suman a la sensatez.
  • Los «siempre en contra»: Este bloque es el mismo de siempre: varios países africanos y muchos estados islámicos o conservadores en Asia. En 2025, la lista incluía a Argelia, Bangladesh, China, Etiopía, Indonesia, Marruecos y Sudán. Votan en bloque, como si tuvieran un manual secreto de «cómo oponerse al progreso».
  • Los indecisos: Aquí están los que un año votan sí, otro año no, o simplemente se abstienen. Angola, Seychelles, Haití…

Para analizar

Abajo dejamos una tabla que muestra como ha sido el voto de cada país a lo largo de todo el proceso de renovaciones del mandato, por ahora está aprobado hasta 2028, esperemos volver a celebrar dentro de tres años.

Votaciones sobre el Mandato del Experto Independiente OSIG

🗳️ Votaciones sobre el Mandato del Experto Independiente OSIG

A Favor
En Contra
Abstención

Redacción:

Paul Caballero

Es periodista y productor colombiano radicado en Argentina. Ha trabajado en radio, televisión y teatro. Fue coordinador para América Latina del Proyecto IDAHOT (International Day Against Homofobia and Transfobia), Oficial de Comunicaciones de ILGA y Coordinador de Proyectos de ILGALAC. Actualmente es el Director Ejecutivo de la Fundación Igualdad.